La
Universidad de Cádiz se suma a la moda de lo natural y lo holístico (2 palabras imprescindibles allá donde hay ausencia de evidencias científicas) a través de su curso de
Experto en terapias naturales.
Desafortunadamente, este curso sobre terapias naturales incurre en el mismo error en el que caen aquellos que pretenden englobar a todas las medicinas naturales en un mismo saco. No es lo mismo la
fitoterapia (el uso de plantas con fines medicinales) que puede aplicarse con una perspectiva totalmente científica que la
terapia ortomolecular o la
oligoterapia (que no tienen ningún fundamento científico) y se contradicen, además, con los conceptos más básicos de medicina. ¿Para qué dar en las primeras clases fisiología, bioquímica y fisiopatología para después enseñar pseudomedicinas opuestas a este conocimiento científico previo y arrojar lo aprendido por el retrete?
Sin duda, un comportamiento peculiar del cual muchos nos preguntamos su razón de ser. Sea como sea, el curso de terapias naturales de la Universidad de Cádiz no pasa de ser un batiburrillo de muchas pseudomedicinas aderezadas con algo de ciencia para que así aparezcan con un halo científico del todo inmerecido.