La llamada "Sábana Santa de Turín" puede ser un objeto de estudio fascinante para la Historia o la Sociología, y podría servir de perfecto ejemplo en un curso universitario sobre la iconografía medieval, el desarrollo de las supersticiones o incluso la ciencia patológica. Y también puede servir, claro, para intentar convencer a propios y extraños de la realidad de uno de los dogmas centrales del cristianismo, pero no en las Universidades: para eso están las iglesias (y, desde luego, para eso no debería estar el dinero público).
Así que, en buena lógica, uno puede esperar que nos hablen de la creación de reliquias en el Siglo XIV o de de la manipulación de la ciencia al servicio de la fe cuando se topa con un curso como "La Sábana Santa: historia, ciencia, mito y realidad", ofrecido por la Universidad Carlos III de Madrid:
Pero no; si el programa del curso podría dejarnos aún con algunas dudas, estas se esfuman al repasar la bibliografía básica, en la que solo faltan las obras de JJ Benítez o Carmen Porter,
y desaparecen del todo al consultar la sección "otros recursos", con enlaces a sitios nada sospechosos de imparcialidad o rigor científico.
De hecho, después de ver todo esto la única duda que nos podría quedar es si la UC3M sigue impartiendo esta hagiografía de la sábana, teniendo en cuenta que la web del curso está fechada en noviembre de 2010. Pero no se preocupen: la cuarta edición del curso sigue gozando de las bendiciones de las autoridades académicas (además de las eclesiásticas, se supone):
lunes, 24 de septiembre de 2012
miércoles, 12 de septiembre de 2012
La Universidad de León y su "cesta saludable"
Hace algunos años, la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas aprobó la creación de la Red Española de Universidades Saludables, con una muy loable serie de objetivos:
- Potenciar la universidad como entorno promotor de la salud de la comunidad universitaria y de la sociedad en su conjunto.
- Fomentar la Investigación y la Docencia en Promoción de la Salud.
- Favorecer el intercambio de experiencias en Promoción de la Salud.
- Promover y favorecer el trabajo conjunto entre los organismos de salud pública, las instituciones comunitarias y las universidades.
- Consensuar líneas estratégicas y de trabajo para llevar a cabo un proyecto de universidad promotora de salud.
- Posibilitar la elaboración y el desarrollo de proyectos comunes en las líneas estratégicas de la Red.
- Potenciar la participación internacional.
- Fomentar la oferta de servicios y actividades dirigidos a promocionar la salud de la Comunidad Universitaria.
Lo malo es que no resulta fácil saber a cual de ellos responde esta curiosa iniciativa de la Universidad de León: la venta de cestas de productos ecológicos.
Según dice la web de la Universidad, las cestas contienen "productos ecológicos de temporada, producidos en la provincia de León", cuyo contenido puede variar en función de la época del año, como es lógico, pero que en todo caso conviene consumir, dicen, porque los productos ecológicos
- No contienen sustancias nocivas (como antibióticos, plaguicidas, conservantes, etc.), que pueden producir alteraciones en la salud y bioacumulaciones en nuestro organismo.
- Respetan los ciclos de la naturaleza, son sostenibles con el entorno y favorecen la biodiversidad autóctona.
- Se cultivan sin fertilizantes químicos ni pesticidas, de modo que no contaminan el suelo ni el agua, ni se acumulan en las plantas ni en nuestro organismo.
- No contienen Organismos Genéticamente Modificados (OGM), ya que están totalmente prohibidos por la agricultura ecológica.
- Son totalmente seguros, ya que tanto los productores como los suministradores están sometidos a control e inspección que aseguren su calidad y trazabilidad.
- Son más sabrosos y más nutritivos que los productos convencionales, como demuestran varios estudios científicos.
- Suelen ser variedades locales y tradicionales, adecuadas al entorno, que ya prácticamente se han perdido.
- Fomentan un estilo de vida sano y respetuoso con el medio ambiente, que valora el conocimiento y el trabajo campesino.
Afirmaciones todas ellas dignas de cualquiera de esas organizaciones ecologistas que se estarán imaginando, pero que desde luego no cuadran muy bien con lo que cabría esperar de una Universidad, y mucho menos de una que, con su adhesión a la Red de Universidades Saludables, se erige nada menos que en impulsora de los principios, valores y propuestas de promoción de la salud. Porque resulta que
- Los productos ecológicos, como cualesquiera otros, sí pueden contener sustancias nocivas, desde las que forman parte del propio producto (como alérgenos o componentes tóxicos) hasta los pesticidas, abonos, etc. empleados durante su cultivo, por muy naturales que sean.
- Hablar de la sostenibilidad y la biodiversidad está muy bien, pero a la hora de la verdad la cosa no está tan clara. El problema es que, si bien se ha constatado que en la mayoría de los casos las explotaciones ecológicas presentan una mayor diversidad biológica que sus equivalentes convencionales, su menor productividad implica que necesiten más superficie y más recursos, por lo que su impacto ambiental por unidad de producción puede ser similar o incluso peor. De hecho, donde mayor caida de producción se produce es en cereales y cultivos de primera necesidad, lo que lo convierte en una alternativa inviable para producir alimentos a gran escala. Lo de que respeta los ciclos de la naturaleza también es cuestionable, puesto que la normativa de producción ecológica permite el madurado en cámaras y no pone ningun tipo de restricción respecto a emisiones de CO2 en transporte o producción. Así puedes encontrar piñas escológicas de Costa Rica en Londres o tomates en invierno, que se venden como ecológicos con todas las de la ley.
- Dejando a un lado la bobada, especialmente chocante en una institución universitaria, de hablar de "fertilizantes químicos" (¿los otros qué son, etéreos o algo así?), lo cierto es que en agricultura ecológica se emplean productos que pueden resultar tanto o incluso más perjudiciales que los de la agricultura convencional.
- Es cierto que los productos de la agricultura ecológica no contienen Organismos Genéticamente Modificados, pero es que ningún producto alimenticio del mercado los contiene: la combinación de las exigencias legales en cuanto a su etiquetado y las campañas de terror contra los OGM los ha hecho sencillamente imposibles de comercializar en nuestro mercado. Aunque, eso sí, se siguen empleando en otros campos, incluyendo la fabricación de los billetes con los que podemos pagar nuestras cestas ecológicas.
- Y aunque podríamos hablar de la laxitud de los controles de la agricultura ecológica, que ya han dado más de un disgusto, no deja de tener gracia que se presuma de que la trazabilidad de los productos implica que son seguros justo después de mencionar los OGM, cuyos requisitos de trazabilidad y control son mucho más estrictos. ¿Tendremos entonces que preferir estos a aquellos?
- Tiene su gracia que, en el ámbito universitario, se asegure que los productos ecológicos son "más sabrosos y más nutritivos que los productos convencionales, como demuestran varios estudios científicos" pocos días después de que una revisión sistemática afirme precisamente lo contrario.
Y, en fin, las apelaciones a la tradición de las variedades empleadas o el estilo de vida campesino son muy románticas y nos tocan a todos el corazoncito, por supuesto, pero tampoco conviene olvidar que por ley la agricultura ecológica es la que se adapta a una normativa de producción y supera una acreditación oficial que avale este hecho, por lo que si se produce en un huertecito (universitario o no), pero no te rascas el bolsillo para pagar el proceso de acreditación, no puedes venderlo como ecológico sin estar incurriendo en falta administrativa.
En cualquier caso, se trata de afirmaciones propias de un productor de este tipo de productos que pretenda venderlo empleando eslóganes adecuadamente sentimentales, pero no de una institución educativa que debería ofrecer información rigurosa y científicamente contrastada. Porque, aunque lo de vender las cestitas o incluso ofrecer a sus estudiantes huertos con la condición de que los cultiven en ecológico (sic) quede muy bonito y sirva muy bien para acallar conciencias, más que al medio ambiente o a la salud a lo que ayuda es a la difusión de algo que, en el fondo, no deja de ser un timo.
lunes, 10 de septiembre de 2012
Las ondas del mal en la Universidad de Sevilla
Decía una vez Luis Alfonso Gámez que para saber de dónde viene el pánico electromagnético basta con seguir el dinero. Pero en el caso de el curso de Introducción a la Salud Geoambiental de la Universidad de Sevilla la cosa es aún más fácil: basta con seguir la pista del profesorado, parte del cual proviene precisamente del entramado empresarial montado para difundir y aprovechar ese pánico.
De modo que los alumnos, después de ser ilustrados convenientemente sobre el miedo a las ondas maléficas y los sistemas de protección, pueden acudiral puesto instalado en el hall del teatro a la tienda de la empresa que regenta uno de los profesores y protegerse de ellas con una gama tan completa de productos que solo faltan los gorritos de papel de aluminio.
Y todo ello en cincuenta horas de nada. Aunque claro, si lo que quieren es aprender de verdad sobre este tema, les sugiero otra posibilidad, también on line, y mucho más breve y rigurosa. Y además gratis:
De modo que los alumnos, después de ser ilustrados convenientemente sobre el miedo a las ondas maléficas y los sistemas de protección, pueden acudir
Y todo ello en cincuenta horas de nada. Aunque claro, si lo que quieren es aprender de verdad sobre este tema, les sugiero otra posibilidad, también on line, y mucho más breve y rigurosa. Y además gratis:
jueves, 6 de septiembre de 2012
La Universidad Internacional de La Rioja y la homeopatía
En este siglo en el que, se supone, hemos superado las creencias mágicas, programar un postgrado de homeopatía no parece muy propio de una Universidad. Sin embargo hay quienes lo siguen haciendo, como la Universidad Internacional de La Rioja con su flamante curso de experto universitario en homeopatía.
Pero hacerlo, además, presumiendo de ello en twitter, es como mandar un correo electrónico para promocionar un cursillo sobre el uso del tamtan para la comunicación moderna. Y claro, luego pasa lo que pasa: la UNIR se convierte en blanco del pitorreo generalizado, y encima se entera esta Lista de la Vergüenza y va y lo publica.
Por lo demás, el contenido del curso es más o menos lo de siempre: una cháchara mística que lo único que nos dice es que la preparación de algunos de los farmacéuticos de nuestro país (por suerte no todos, ni mucho menos) no debe ser muy sólida si no son capaces de darse cuenta de que eso no son más que cancamusas.
Y es que algunos solo se dan cuenta después de haberse convertido en hábiles dispensadores de homeopatía, ¿verdad?
Pero hacerlo, además, presumiendo de ello en twitter, es como mandar un correo electrónico para promocionar un cursillo sobre el uso del tamtan para la comunicación moderna. Y claro, luego pasa lo que pasa: la UNIR se convierte en blanco del pitorreo generalizado, y encima se entera esta Lista de la Vergüenza y va y lo publica.
Por lo demás, el contenido del curso es más o menos lo de siempre: una cháchara mística que lo único que nos dice es que la preparación de algunos de los farmacéuticos de nuestro país (por suerte no todos, ni mucho menos) no debe ser muy sólida si no son capaces de darse cuenta de que eso no son más que cancamusas.
Y es que algunos solo se dan cuenta después de haberse convertido en hábiles dispensadores de homeopatía, ¿verdad?
martes, 4 de septiembre de 2012
Enfermería magufa
Lo cuenta Javier Chuchí en su blog El incordio:
Como explica @cuchibeltran en su entrada, el Colegio barcelonés de Enfermería (perdón, de Enfermeras y Enfermeros) no se limita a esos tres cursos, sino que tira la casa por la ventana con una amplísima oferta formativa en cancamusas y bobadas apta para todos los gustos y todos los bolsillos, en una loable contribución a disminuir el gasto de sanidad. Y es que, sabiendo que que por un lado nos esperan los recortes en el gasto público, y por otro podemos ir a toparnos con algún colegiado formado en este tipo de prácticas, a ver quién se atreve a ponerse enfermo...
El Colegio Oficial de Enfermería de Barcelona (no así llamado, sino de manera más estúpida: Colegio Oficial de Enfermeras y Enfermeros de Barcelona) ha enviado a mi esposa, colegiada, el plan de formación para la temporada 2012-2013. Consta de 17 páginas y dos de ellas ofrecen cursos de aromaterapia (indignantemente apellidada científica), de reflexoterapia podal (y su aplicación en el ámbito hospitalario y de la atención primaria, nada menos) y de terapia floral del Dr. Bach.
[Seguir leyendo el El incordio]
Como explica @cuchibeltran en su entrada, el Colegio barcelonés de Enfermería (perdón, de Enfermeras y Enfermeros) no se limita a esos tres cursos, sino que tira la casa por la ventana con una amplísima oferta formativa en cancamusas y bobadas apta para todos los gustos y todos los bolsillos, en una loable contribución a disminuir el gasto de sanidad. Y es que, sabiendo que que por un lado nos esperan los recortes en el gasto público, y por otro podemos ir a toparnos con algún colegiado formado en este tipo de prácticas, a ver quién se atreve a ponerse enfermo...
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