Pero no va por ahí la función que ha preparado la Universidad de Burgos para su curso de verano titulado Terapias naturales y artes escénicas: grandes aliados para el bienestar y la salud.
Más bien todo lo contrario; según la presentación del curso, entre sus objetivos se encuentran los de
- Enseñar las capacidades que tienen las artes escénicas para sanar distintas enfermedades psicosomáticas, vencer vergüenzas, inhibiciones y miedos con el fomento de la confianza.
- Fortalecer la salud y prevenir enfermedades a través de las terapias naturales.
- Mostrar la elaboración de los medicamentos homeopáticos a través de elementos de la naturaleza.
- Practicar la risoterapia para eliminar bloqueos emocionales, físicos, mentales y sexuales, y como proceso de crecimiento personal.
- Mejorar la calidad de vida del alumnado con la práctica de distintas prácticas y terapias naturales.
- Crear estados de vitalidad, paz, armonía, respeto, libertad y comunicación.
Y aunque hay que reconocer que en algunos de ellos hay fuertes elementos teatrales, como los rituales mágicos de elaboración de los productos homeopáticos (que son una buena manera de preparar la práctica de la risoterapia), el hecho de que la Universidad programe semejante cosa y hasta la premie con créditos académicos no ha sentado nada bien. Más bien todo lo contrario: en vez del bienestar que promete el curso, un buen número de miembros de la comunidad académica está manifestando su malestar en las redes sociales y en los varios avisos que hemos recibido aquí por correo electrónico.
Cosa que se solucionaría si la Universidad de Burgos retirase de su programación esa farsa. Porque no pretenderán que los alumnos y profesores preocupados por el desprestigio de la institución recuperen su alegría de vivir de otra manera, digo yo...