Las terapias pseudocientíficas están de moda. Y cuanto más estrafalarias sean, mejor. Sesiones de reiki en universidades públicas y hospitales públicos, homeopatía, terapias cuánticas... El imaginario colectivo se llena a diario de teorías dispares que, a pesar de no tener el más mínimo rigor científico, encuentran fácil acomodo en cierta parte de los ciudadanos mediante un discurso con apariencia científica pero más basado en la magia que en otra cosa.
Si abandonar el discurso racional y crítico ya parece peligroso, más aún lo es si estas prácticas vienen avaladas por instituciones públicas. Es el caso de la Diputación Provincial de Ciudad Real que, dentro de sus ayudas a actividades culturales de 2013, ha subvencionado un taller sobre las llamadas flores de Bach.
(Seguir leyendo en Teknautas)Así comienza un estupendo artículo de Otto Reuss en Teknautas, en el que nos cuenta la celebración de un taller de flores de Bach subvencionado nada menos que por la Diputación de Ciudad Real.
En otras circunstancias esta entrada se acabaría aquí, con la reseña de la enésima bobada "alternativa" financiada por las instituciones públicas. Sin embargo, el asunto ha traído cola. Poco después de la publicación del artículo, nada menos que Nemesio de Lara, presidente de la Diputación de Ciudad Real, colgó en Facebook este comentario:
No tengo ni puta idea del tema. Estoy seguro que no hemos dado ni un jodido euro y que han puesto el logo de la dipu por su cuenta. Mañana me entero. Me suena a chino y es la primera vez que leo eso de las flores de Bach. Insisto, ni idea
Es raro (y también esperanzador) que un responsable público haga comentarios de tanta contundencia. Lamentablemente, en este caso también es inexacto: a pesar de la seguridad del señor de Lara, el propio Otto Reuss pudo averiguar que sí, la Diputación subvencionó la engañifa, y nada menos que con cargo a las ayudas culturales:
He intentado comentar el hilo, pero no soy amigo. Si quieres, puedes decirlo: la propia directora de comunicación de la Diputación me confirmó tanto la cantidad aportada (1.280 euros) como la partida presupuestaria (ayudas culturales de 2013).
Fernando Cuartero, a quien los lectores recordarán por su valiente papel en aquella ocasión en que la Universidad de Castilla-La Mancha se vio invadida por unos vulgares estafadores, transmitió esos datos al señor de Lara:
Me comenta Carlos Otto, el autor de la noticia, que la propia directora de comunicación de la Diputación le confirmó tanto la cantidad aportada (1.280 euros) como la partida presupuestaria (ayudas culturales de 2013).
Y hasta aquí llega, de momento, la historia. El señor de Lara no ha vuelto a decir nada, pero su actitud (y la vehemencia de su reacción al enterarse del disparate) nos permite suponer que tomará cartas en el asunto, y que a partir de ahora la Diputación controlará mejor en qué se gasta el dinero público. Ojalá ocurra así, y esta sea la primera y la última vez que la institución pase por esta lista.
P.S.: Lamentablemente, no ocurre lo mismo con otras instituciones, que sí son habituales de este blog. Como la Universidad de Santiago, por ejemplo. Miren, miren lo que aparece nada más entrar en la página web del centro pseudomédico que montó lo de Ciudad Real:
Ya ven: todo un curso de "experto universitario en acupuntura y moxibustión" avalado por la Universidad de Santiago de Compostela. Y no, no se queden tranquilos con lo de "avalado": es cierto que la USC no lo imparte... pero seguramente se debe a que ellos lo que tienen es todo un Máster.